viernes, 15 de julio de 2016

TIGRES DE PAPEL Y EL REY DESNUDO



Uriel Flores Aguayo
@UrielFA

El colapso asoma en Veracruz, son fuertes las tensiones que amenazan verídicamente con derrumbar el sistema político que se sostiene con alfileres. A la crisis financiera en forma de deudas infinitas y múltiples y los rezagos en pagos a amplios sectores de trabajadores estatales, se suma la crisis política que puede volverse social provocando el desplome gubernamental. Son inocultables los conflictos, ya no basta negarlos en intentona simuladora, son reales y afectan áreas claves de la vida pública  del estado. El impacto de esos conflictos en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana van en aumento y han generado daños pero también  conciencia en la sociedad. Con mucha claridad hemos aprendido rápida y eficazmente a valorar el sufragio, a distinguir de partidos políticos, a apostarle cívicamente al de tendencia mayoritaria, a reconocer el papel de los diputados, a definir a los políticos, a distinguir al periodismo y a darle un mayor peso a la participación ciudadana. Todo eso acumulado a través  del tiempo pero acelerado por una coyuntura especial, de crisis y degradación pública.

Ante nuestros ojos pasan las imágenes de todo lo que no se debe hacer si lo que se quiere es una vida pública sana, armoniosa y democrática. Hemos recibido a un elevado costó social un cursó  intenso, durante doce años, de una práctica política simuladora y depredadora. En ese lapso se reforzó el centralismo, casi monárquico, se avasallo a la oposición, se sometió a la prensa, se anularon los otros poderes, se capturaron a los sufragios, se dispuso irracionalmente del presupuesto y se comprometió seriamente el futuro de Veracruz. Sin estado pleno de derecho hemos vivido  en la ley del más fuerte, sin reglas parejas, exponiéndonos a las arbitrariedades de un grupo de aventureros y de la delincuencia. Prácticamente se fusiono a la fuerza pública con la delincuencia en demérito de nuestra seguridad. La política, ciertas empresas y la delincuencia se combinaron  para establecer un régimen oscuro, violento y extractor de los recursos públicos. 

Debemos cuestionarnos autocráticamente como fue que llegamos a estos niveles de degradación de nuestra vida pública, como fue posible que se comprometiera el futuro de nuestros jóvenes, que decayeran de tal manera la salud, la educación y la seguridad en Veracruz; como fue posible que nos explotaran problemas de todo tipo y por todos lados. Lo que pasa es que se instaló un grupo político mitomano y ultra corrupto, que acomodó todo a sus  fines y  consiguió mantenerse por dos sexenios; ejercieron sin contrapesos, anularon a la oposición y estuvieron a punto de repetir en esta reciente elección. Es un grupo más, mediocre y pequeño pero con el control que le permitió mantenerse sin mayores sobresaltos, hasta ahora que tuvieron que rendirse. No son fuertes por prestigio o por legitimidad, en realidad son unos tigres de papel y caminan sin cubierta, como el rey desnudo. En unos días solo serán un mal recuerdo, pasaran a la historia sin pena ni gloría, siendo referentes de todo lo que no se debe hacer. Evidentemente hay un abuso de poder, un reto a la ciudadanía, una dolosa conducta que pretende lastimar más a Veracruz, saciando su venganza personal contra el gobernador electo y la alianza que los derroto.

El experimento político que nos hizo conejillos de indias por doce años término en desastre, cómo un "Frankenstein” absolutamente enloquecido; puso en duda todo lo normal, lo sano y las bases de una convivencia social con futuro; cualquier proyectó democrático se enfrenta a las minas explosivas y obstáculos descomunales que fueron colocando durante ese tiempo y que refuerzan en la actualidad en una actitud francamente patológica. Los estudiosos del derecho, la ciencia política, la psicología y sobre los comportamientos sociales tienen mucha materia para ir a fondo de los actos del grupo de aventureros que nos mal gobernaron; es importante darle una explicación lógica a este tipo de confrontamiento nocivos que hacen tanto daño a tantos, para ubicar su origen y evolución de tal manera que los impidamos para siempre. 

No será tarea fácil, ni minimamente, levantarse, salir del hoyo, superar el estado de degradación de nuestra  vida pública, volver a niveles aceptables de seguridad, convivir sanamente, dignificar a las instituciones, darle fluidez a la vida democrática; no, nada fácil, pero alguien lo tiene que hacer, para mejorar, para respirar aire mas puro, para reencontrar un camino de desarrollo para Veracruz. Será un trabajo paciente, con los consensos indispensables y con liderazgo para salir adelanté, para volver a tener esperanza en un mejor mañana y  para sentir que vale la pena comprometerse en un cambio. Si hay que posponer lo secundario, así se deberá hacer, pero indispensablemente debe cubrirse lo básico, reconstruir a las instituciones, recobrar la confianza ciudadana, tener seguridad y mucha confianza a quienes con sus hechos y conducta intachable serán los garantes de conducir por buen rumbo a nuestro muy maltratado Estado.

Recadito: Urgen voces democráticas en Veracruz, comprometidas para hoy y aquí.