viernes, 28 de octubre de 2016

LOS RIESGOS DE LA ALTERNANCIA EN VERACRUZ

Foto: Universal


Uriel Flores Aguayo
@UrielFA

La alternancia en Veracruz era indispensable para recuperar un rumbo mínimo de desarrollo, gobernabilidad y justicia; la única posibilidad radicaba en una alianza de centro democrático materializada por el PRD y el PAN; no fue nada fácil lograrlo, todavía ahora se siguen brincando múltiples obstáculos de un régimen que se resiste a morir. Esta alternancia debe vencer el escepticismo reinante sobre esos fenómenos políticos, demostrando que valió la pena impulsarla a pesar de las malas experiencias de otras entidades federativas donde solo hubo cambios de siglas y nombres. Veracruz debe demostrar que su proceso es autentico, que va a cumplir las expectativas y no defraudar las esperanzas de sus habitantes que anhelan una vida normal, segura y de progreso. Es obvio que hay retos y riesgos enormes. Que todo está por hacerse, que no hay referente local, propio; se deberá aprender pronto y bien, haciendo y corrigiendo; cuenta la voluntad de cambiar pero no es suficiente.

Hay factores que pueden ser definitorios a la hora de concretar los cambios, además del compromiso escrupuloso del nuevo Gobierno, como es el papel que jueguen las oposiciones, especialmente MORENA y el PRI, quienes pueden contribuir para que Veracruz salga más rápido de la crisis o constituirse en obstáculos; el PRI debe repensarse como fuerza política, ganándose con autocritica y humildad un lugar en el nuevo escenario político de Veracruz, sin pelear impunidad, deslindándose del grupo  que nos hundió y pagando a tiempo el costo que requiera ser la matriz de dicho grupúsculo; MORENA tiene que comportarse como fuerza propositiva, que tiene capacidad de proponer, aportar y construir, de otro modo dejara pasar su momento. En ambos casos estamos ante una gran  incógnita, de su rol constructivo o no, dependen sus posibilidades futuras: apoyan a VERACRUZ y se les premia o la hacen de obstáculo y se les castiga.

Es tan real y rápido  el cambio político en Veracruz, con mucho de inédito, que a muchos les pasa de noche, se rinden ante la obviedad o, de plano, los deja inmóviles. Es necesario ajustar las visiones para los periodistas, los políticos, los actores públicos y la ciudadanía en general, de tal manera que tengamos una comprensión básica del fenómeno de la alternancia y la transición que está ocurriendo ante nuestros ojos, para ser protagonistas consientes y no simples observadores. Mucho de lo que está  pasando en estos días nunca lo habíamos visto y es resultado del esfuerzo ciudadano organizado por fuerzas políticas y lideres valerosos. Es tan grande la información a la que tenemos acceso y tan variados los enfoques, con algo de especulación o fantasía, que puede ocultarse lo sustancial en velos mediáticos o tendencias interesadas. La velocidad de los acontecimientos dificulta su comprensión y la cantidad informativa los puede distorsionar. Resultan indispensables, por  tanto, la  claridad en los mensajes de la coalición próxima a Gobernar.

En las alternancias, como en las guerras y las revoluciones guardando las proporciones, ocurren actos de conversión simulada en las filas derrotadas, presentándose situaciones de camuflaje de quienes combatieron el cambio y, en el suelo, pretenden engañar para subirse al camión renovador. Hay que poner mucho cuidado en ese fenómeno y no permitirlo, no debe haber impunidad para quienes dañaron a nuestro Estado y mucho menos espacios en el nuevo Gobierno. Por supuesto hay que tener criterio y ser tolerantes con los servidores de carrera informal que hayan dado muestras de profesionalismo y honradez. Aunque cueste más el gobierno de la alternancia debe ser de transición a la democracia, planteándose un cambio de régimen, en el sentido de modificar profundamente las reglas del arreglo político y desmontar las estructuras autoritarias. Con ese propósito fundamental la convocatoria social y política debe ser amplia, requiriendo definiciones de las fuerzas políticas y de la sociedad civil organizada. Trascender los simples cambios de siglas y personas debe ser la finalidad principal del nuevo Gobierno, para honrar sus compromisos y hacer que valga la pena el voto por la alternancia, dejando un magnifico referente desde Veracruz para México.


Recadito: De Gobierno ausente pasamos a Gobierno fallido y ladrón en Veracruz.