jueves, 16 de noviembre de 2017

ENTRE POLOS POR LA LIBERTAD



Uriel Flores Aguayo
@UrielFA

La historia nos enseña que las confrontaciones políticas tienen una lógica de guerra, con bandos perfectamente delineados y enfrentados, donde se reúnen unos para chocar contra otros. Esa situación la hemos visto y la podemos ver actualmente, sobre todo en los preparativos de las campañas electorales. En esa lógica es bastante difícil que surjan posturas intermedias y de equilibrio. La inercia, como bola de nieve, acumula fuerzas para la polarización, inicia por algún motivo y deriva en causas mayores aunque sean meramente simbólicas. La confrontación electoral, como hemos visto incluso en momentos de grandes crisis, es pasajera; posteriormente a esas coyunturas de crispación siempre ha venido una etapa de reacomodo y relativa estabilidad.

Para los no alineados resulta difícil e incómodo fijar una postura propia, de sensatez y propositiva; es más fácil sumarse a algún bloque y renunciar a tener criterio propio. Estar en medio siempre tendrá muchos obstáculos y poco o nulo reconocimiento. Vale la pena intentarlo, bregar contra la corriente y abrir una ruta libre, intermedia y de esperanza. No significa que los bloques estén mal o no tengan sentido, en realidad son fenómenos normales que se darán en algún grado independientemente de nuestra voluntad; lo importante es que no aplasten la pluralidad, que dejen espacio suficiente para expresiones diferentes y generen evolución política con sentido democrático.

Con el proceso electoral en curso, con los preparativos para las candidaturas y el debate correspondiente se van formando los agrupamientos partidistas dejando claro que vamos hacia una competencia de tres. En torno a esas opciones se generan posturas, notas, comentarios y planteamientos que llenan el imaginario social y proyectan tendencias de opinión y discursivas. Obviamente cada apuesta partidista tiene su estrategia y lanza redes en pos de adeptos, que pueden estar convencidos, simplemente agregarse o conformarse con ideas básicas. En la búsqueda de adhesiones habrá la puesta en juego de sentimientos y proclamas cumbres, que serán tomados en cuenta o no por los potenciales votantes. 

A las fuerzas dominantes hay que agregar la posibilidad de que participen algunos independientes en niveles locales y en la Presidencial. De ocurrir esa novedad electoral habrá apertura a lo inédito que puede resultar nuevo y mejor cualitativamente; con seguridad se puede esperar un tono más ciudadano, la incorporación en la base de nuevos políticos y el desarrollo de un fenómeno renovador; entre quienes andan reuniendo firmas para lograr la candidatura presidencial hay políticos reciclados y un par de proyectos originales: Ferriz y Marichuy. En la propuesta independiente y en las organizaciones civiles y académicas radica la mayor posibilidad de abrir espacios intermedios entre la polarización. 

Lejos de visiones apocalípticas, esas que plantean punto final, hay que insistir en lo que pareciera obvio pero que se pone en duda a partir de discursos fatalistas: hay vida nacional después de las elecciones; hay que convencer y sumar mayorías para constituir Gobierno y aplicar los programas; una vez qué hay un resultado debe acatarse como regla democrática. En la ruta de la libertad hacen falta ideas, criterio propio, autocrítica, valor y compromiso. Deben respetarse las posturas no alineadas, alentarse y aprovecharse para nuestro desarrollo democrático.

Recadito: subir el nivel a la crítica lacrimógena es condición para la madurez social e institucional.


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HONORABLE PORRA DE LA UNIÓN

Barbara Cabrera
@BarbaraCabrera

Cuando un parlamento no influye en la marcha de la sociedad, cuando no prevé el futuro y no traza los caminos para el porvenir, es un parlamento pequeño e infructuoso que en lugar de ayudar al [ciudadano] lo estorba”
Vicente Lombardo Toledano

¡Ehhh puto! No, no estamos situados en un estadio de fútbol. En esta ocasión se escuchó al unísono esta efervescente expresión, a la que le acompañó el típico ¡quiere llorar, quiere llorar, quiere llorar! en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados del viernes 10 de noviembre de 2017 en la que –para perder el estilo- se aprobó por la madrugada el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018; y no, no la gritaron desde galerías aquellos ciudadanos inconformes con el trabajo parlamentario y la escasa representación de su respectivo diputado. La lamentable locución retumbó en el Salón de Plenos de San Lázaro, coreada por seis legisladoras del PRI, a las que aplica bastante bien el término de curuleras [recuérdese de que va este término en mi Nornilandia “Los curuleros” http://bit.ly/2hpGc8h]
Las aludidas fueron enlistadas por el medio nación321. Para la posteridad y contribuir a la toma de decisiones informada de los ciudadanos, dejo en esta columna sus datos para que no las olviden y piensen si volverían a dar su voto por ellas -sea para una reelección o algún otro cargo público-. Veamos:
·  Arlet Mólgora Glover, representa al distrito federal 2 de Chetumal, Quintana Roo. Cuenta de Twitter @ArletMolgoraG
·      Rocío Díaz Montoya, representa al distrito federal 28 del Estado de México. Cuenta de Twitter @RocioDiazPRI
·    Gloria Imelda Félix Niebla, representa al distrito federal 1 de Sinaloa. Cuenta de Twitter @GloriaHimelda01
·     Cristina Sánchez Coronel, representa al distrito federal 5 del Estado de México. Sin cuenta de Twitter.
·      Jasmine Maria Bugarín Rodríguez, representa al distrito federal 3 de Nayarit. Cuenta de Twitter @JasminBugarin
·    Xitlalic Ceja García, representa el distrito federal 6 de Puebla. Cuenta de Twitter @Xitlalicceja
Al respecto, se ha pronunciado el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación [CONAPRED]. Y cito:
“El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo, refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad. Por eso resulta doblemente gravoso que este grito homofóbico se traslade del estadio al Congreso de la Unión, espacio público por excelencia de un sistema democrático que, por tanto, está llamado a guardar la máxima aspiración incluyente”, dijo la CONAPRED.
Y más allá de la vulgaridad y desafortunado comportamiento de estas mujeres, lo que más agravia no es el grito mismo, sino la escasa percepción de legitimidad y representatividad de quienes ocupan una curul: las iniciativas en la llamada coloquialmente congeladora legislativa, aquellas que no son presentadas por no convenir a ciertos intereses; indigna ver los asuntos que son aprobados pese a la inconformidad de la ciudadanía; así como la lejanía con sus representados; la renuencia a ser evaluados.
Molesta verlos pavonearse tan campantes y creyentes de que rinden cuentas a través de un fastuoso informe de actividades al que son invitados unos cuantos; además, ofende su silencio, cuando debieran pronunciarse en defensa de sus representados, y así podría continuar la lista que podría parecer interminable. Lo cierto es que la Cámara de Diputados, es el espacio desde donde se dota del Estado de Derecho al pueblo y se representan los más altos intereses ciudadanos. La Cámara de Diputados es el cerebro del gobierno. La Cámara de Diputados, es la decisoria del gasto público.
¿De verdad esta Cámara merece albergar a personajes como estos? Elevemos el nivel. Seamos más exigentes con quienes ocupan una curul. 2018 será ocasión para elegir a los que siguen. Hagamos lo que esté en nuestras manos para que deje de ser la Honorable Porra de la Unión, y el Poder Legislativo recupere lo que alguna vez fue: una verdadera casa de representantes que esté a la altura de los tiempos convulsos que nos está tocando vivir; y que desde ahí se dicten las leyes necesarias para rescatar a este aún #MéxicoLindoyHerido.
Les pido no dejar en visto este llamado. Es tiempo de actuar. Llegado el momento  acudamos TODOS a las urnas para votar y botarlos. Demostremos quien tiene el poder.

PD. Después de concluida la redacción de esta columna, el curulero mayor de los priístas, César Camacho salió a decir que sus compañeras de bancada dijeron “bruto”, no “puto”. ¡Ah bueno! gracias por la aclaración, ahora habrá que ungirlos como inmaculados y pedirles perdón, no vaya a ser que al estilo de Enrique Peña Nieto, líder del Peñismo Abstractohttp://bit.ly/29ozYkc nos acusen de bullying.
Por hoy es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!
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SENSIBILIDAD PEÑANIETISTA





Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo

Existen muchos calificativos para las declaraciones del oriundo de Atlacomulco, quien parece que al igual que ocurrió con el botudo de Guanajuato o Calderón, ya se hartó del sexenio –y de sus críticos- y quieren que el periodo termine para irse a disfrutar su “bien ganada fortuna”.
Reproduciendo el mismo sketch que otros priístas ya han hecho, al pedir que se les deje de criticar, además de pedir otra oportunidad, asegurando que ahora sí, ya cambiaron. Enrique Peña Nieto afirmó, al término del VI Foro Nacional Sumemos Causas, que “lamentablemente, a veces se escuchan más las voces que vienen de la propia sociedad civil, que condena, (…) que crítica, que hacen bullying sobre el trabajo que hacen las instituciones del Estado mexicano (…)”.
Con una postura entre cansado y aburrido, el Señor de los Pinos, no se contuvo y regañó a sus invitados -en el alcázar del Castillo de Chapultepec- al afirmar: “Y perdón que lo diga, y aquí entramos en un problema todavía más grave, queremos actuación responsable y eficaz de las instituciones a las que todos los días o, casi todos los días, pretendemos desmoronar o descalificar especialmente a los integrantes de las corporaciones policiacas”.
¿De verdad Peña Nieto,  quien es responsable de proteger a las instituciones del país por mandato constitucional, le interesa tanto proteger a “las instituciones que nos heredó la revolución”? –Léase con el candor del discurso priísta- O solo está molesto porque por más inversión que se haga en medios de comunicación, su imagen está por los suelos. Al igual que la de todo su sexenio.
¿De verdad a Enrique Peña le interesa tanto velar por las instituciones del país? Si es así porque se empeña en vulnerarlas, ¿Por qué poner a un incondicional colaborador para que revise sus bienes y los de sus colaboradores, cuando de antemano sabe los resultados? ¿Por qué permite que las instituciones de seguridad espíen a los activistas de derechos humanos y comunicadores no alineados?
¿Por qué si Peña se molesta en que se critique a los integrantes de las corporaciones policíacas los tiene en las peores condiciones que se puede imaginar? Pues de acuerdo con una nota de @arturoangel20 en Animal Político: “Los policías trabajan con salarios precarios y casi la mitad de ellos no ganan ni 10 mil pesos. El 70 % nunca ha recibido un ascenso, 16 % ha sido víctima de abuso sexual y, por si fuera poco, varios son obligados a hacer labores que nada tiene que ver su trabajo, como recoger basura o hasta ir a votar por un candidato.”
A estas alturas vale la pena preguntarle a Peña: ¿Por qué Don Enrique, no se empeñó en mejorar las condiciones de estos servidores públicos a lo largo de su sexenio? ¿Por qué insiste en defenderse de los críticos pero mantiene en su gabinete a los inútiles colaboradores de su sexenio, como es el caso del secretario de educación y el de comunicaciones y transportes? ¿Por qué se empecina en defender lo indefendible? ¿Creerá que este discurso de autodefensa mejorará su imagen ante los mexicanos?
Enrique inicio ya la cuenta regresiva y su imagen se degrada día a día, sobre todo cuando toma la iniciativa y se sale del guión. De acuerdo con la encuesta del Pew Research Center, que mide el índice de satisfacción de 38 países el 93 por ciento de los mexicanos no confía en el actual gobierno, ni cree en la democracia. Don Peña está preocupado por lo que resta de su sexenio, pero también por la percepción que se tiene de él, pues solo el 2% afirma confiar mucho en el actual gobierno.
Con estos resultados, Peña Nieto sabe que si hoy fueran las elecciones “su partido” no repetiría en Los Pinos, y si no hay quien proteja las fechorías sexenales, tampoco habrá momentos de quietud.

Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
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